Células Madre Mesenquimales (CMM)

Las Células Madre Mesenquimales (CMM) son también conocidas como células madre estromales, mesenquimatosas o MSC. Estas células son también un tipo de célula madre adulta multipotente. Las CMM las podemos encontrar en diferentes tejidos del cuerpo y para identificarlas como tal deben de tener ciertas características in vitro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que dependiendo del tejido de donde provengan y el método por el cual se obtuvieron estás células pueden tener cualidades y capacidades diferentes. Las CMM puede ser obtenidas de la Médula Ósea (MO), tejido del cordón umbilical (TCU), tejido graso, musculo y pulmones y difieren de las CMH en su capacidad para ser cultivadas y expandidas in vitro.

Estas células se cree que juegan un papel importante en la reparación de tejidos (del desgaste natural y en enfermedades) y en la modulación del sistema inmune es por eso que son activamente investigadas para una variedad de enfermedades. Describimos a continuación algunas de las características más interesantes de las CMM que se intentan explotar para uso terapéutico:

a. Potencial de diferenciación: Son conocidas por la capacidad de diferenciarse hacia diferentes tipos de células; como lo son los adipocitos, osteoblastos, condrocitos y mioblastos. Este potencial de diferenciación se ha podido observar en animales y humanos, sin embargo, la cantidad de células que se ha logrado diferenciar es mínima.

b. Atracción a tejidos lesionados o inflamados: Las CMM tienen receptores que las ayudan a migrar a los órganos donde haya lesiones o inflamación [34] . Esto sucede ya que tienen ciertos receptores que las atraen hacia ciertas proteínas conocidas como quimiocinas.
Además, liberan ciertos factores que inhiben la inflamación.

c. Factores de crecimiento (tróficos): Cada día existe más evidencia que sugiere que el beneficio terapéutico que pudieran brindar viene en razón de la capacidad que tienen las CMM como reserva y suministro de factores de crecimiento (proteínas) [31] . Una vez que las CMM llegan a la lesión o inflamación contribuyen mediante señales con (factores de crecimiento) a crear un microambiente que promueva la regeneración. Entre las funciones que se han encontrado que pueden promover mediante la liberación de ciertos factores de crecimiento está contribuir a la revascularización (nuevos vasos sanguíneos) e inhibir la inflamación.

d. Modulación del sistema inmune: Se cree que las CMM pueden tener un efecto modulador en ciertas células del sistema inmune (B,T y NK) y aunque los mecanismos aún no se establecen se han asociado a los factores liberados o que promueven las CMM en procesos inflamatorios.

Al día de hoy no hay ningún tratamiento aprobado con CMM. Similar a como sucede con una transfusión de sangre o al trasplante de un órgano, las células son un producto biológico y como tal se deben de tratar como extremo cuidado y vigilar todos los factores que pudieran causar una complicación cuando se realiza un tratamiento. Para que un tratamiento con CMM sea aprobado debe de ser sometido a ensayos clínicos controlados en los que se demuestre que la obtención, procesamiento o manipulación, dosis y administración sea segura, óptima y represente un beneficio real. Además, de obtener las licencias y aprobaciones necesarias para su aplicación como tratamiento médico.